
Hay organizaciones en nuestra sociedad que, más que un ejemplo como tales, son una preciosa reserva social de ética, energía y recursos humanos. Me explico: en las empresas, en las organizaciones en general, buscamos y tratamos de desarrollar talento, motivación, pasión si fuera posible. Y allí vamos, con una misión in mente y una visión en el horizonte, en pos del profesionalismo, la excelencia, el logro de objetivos, procurando encontrar caminos y referencias en esa búsqueda, que no es sencilla. Las 1.200 agrupaciones de Bomberos Voluntarios que hay en nuestro país, son sin duda parte de esas referencias especialmente valiosas, una guía a la que prestar mucha atención. No sólo cumplen con entusiasmo y eficacia un servicio escencial para la comunidad, esfórzandose por lograr la excelencia y por la superación constante en su desempeño (para lo cual no eluden la comparación con sus pares en cualquier lugar del mundo), sino que hacen todo eso sin recibir ninguna retribución económica. Donan ese trabajo generosamente y procuran conciliarlo con sus vidas familiar y laboral. El pedido de aprobación de la ley que les otorgue cobertura de ART para las actividades que desarrollan como bomberos (cuyo proyecto, a punto de perder estado parlamentario, fue presentado hace años y tiene la media sanción de la Cámara de Diputados), es apenas una protección lógica, básica, que debería darles la comunidad a quienes, sólo por propia vocación, la protegen por su parte 24 horas por día todos los días del año (Programa del 25/10/18). (“click” más abajo en “Leer más”)
Bomberos Melipal 25/10/18Entrevista y comentarios